En días pasados hemos leído, escuchado, compartido y hasta comentado diversas noticias acerca del conflicto entre la Federación Peruana de Fútbol y Renato Tapia, por la participación del futbolista como parte del plantel peruano en la Copa América. Como no estamos al tanto del requerimiento exacto de Renato, no queremos dar nuestra opinión al respecto. Pero si queremos analizar una situación similar, evaluar los diferentes escenarios y enfocar la solución a través de una póliza de seguros.
Los escenarios que analizamos son los siguientes:
- El jugador de fútbol, que pertenece a un club cualquiera, es cedido a la selección para jugar la Copa América.
- El jugador de fútbol se encuentra en un proceso de cambio de equipo, y ha firmado por el nuevo club, pero primero va a formar parte de la selección durante la Copa América.
- El jugador de fútbol está finalizando su contrato con su actual club y está en el proceso de búsqueda de un nuevo club.
Para los dos primeros escenarios el evento que rápidamente se nos viene a la mente es sencillo, una lesión de baja o regular intensidad, que amerite un tratamiento y rehabilitación por un período relativamente corto. Ante esta situación, tendríamos que recurrir a un seguro médico o a la cobertura de Gastos de Curación de un seguro de Accidentes Personales, que asumimos existe, y que ha sido contratado por la Federación Peruana de Fútbol.
Un segundo evento, ya con consecuencias más severas, sería la de una lesión que requiera un período de tratamiento y recuperación muy largo. Inicialmente, para los gastos de curación actuaríamos de la misma manera que en el caso anterior. Adicionalmente, al tener el jugador contrato vigente con cualquier club, hay ciertos acuerdos entre la Federación de Fútbol, la FIFA y los clubes por los cuales el club podría recuperar parte o la totalidad del sueldo abonado al jugador durante todo el período de la lesión.
Estos dos eventos no deberían ocasionar ningún problema económico al jugador, al tener un contrato vigente con su club.
Pero, ¿Qué sucede con el jugador que está terminando su contrato, se encuentra sin un contrato vigente y está en el proceso de búsqueda de un nuevo club? La situación cambia sustancialmente.
Si tiene una lesión leve o de regular severidad, no hay mayor inconveniente, porque debemos suponer que la selección de fútbol tiene un seguro médico o se haría cargo de los gastos de curación y de rehabilitación, y podría continuar con el proceso de búsqueda de un nuevo equipo. . Pero… ¿si ocurre una lesión grave, con un período de recuperación muy extenso?
Al encontrarse el jugador lesionado no va a poder firmar por ningún club, perdiendo por lo menos seis meses de sueldo, ya que el libro de pases internacionalmente se abre dos veces al año. Y podría ser mayor el tiempo, dependiendo de lo extenso de la recuperación de su lesión. Para estos casos, habría que apelar a un seguro de desempleo o a un seguro de accidentes con ciertas características mediante el cual se podría establecer algún tipo de indemnización según el período de paralización del jugador, obviamente bajo ciertos parámetros. Pero debemos ser conscientes que, en un país con escasa cultura aseguradora, con muy poca visión de prevención, acostumbrados al “no pasa nada”, nadie contrata este tipo de seguros. Y no pensemos en primas estratosféricas, como en algún medio se comentó, de unos USD 100,000 mensuales.
Conforme se consiga un número suficiente de asegurados, las primas podrán estar al alcance de todos los deportistas, no sólo futbolistas, con el fin de garantizarles un determinado ingreso por todo el período de recuperación.
En la medida en que entendamos que la prevención es el primer paso hacia un manejo razonable del riesgo, hacia una disminución de un posible daño o hacia una recuperación más rápida, estaremos dando un paso gigantesco hacia una mejor calidad de vida.